Miguel Hernández: de Argüelles a Sevilla
por Joaquín Albaicín – Recordaba Miguel Hernández su primer encuentro en Madrid con Neruda –“él con polvo en la frente y en los talones de la India, yo con tierra de barbecho en las costuras de los pantalones”– como una efemérides estelar en su vida de escritor. Suelo tomar café en Casa Manolo, en Princesa, donde algo de aquella tierra y de aquel polvo se posaron, pues los dos paraban a veces allí con Luis Rosales, a quien a la vuelta de la esquina una placa recuerda sobre la fachada de la casa donde durante años residió. Muy cerca de Manolo está la Casa de las Flores, a la que miro siempre con curiosidad no tanto porque en ella viviera Neruda como porque, con posterioridad, también en ella estuvieron avecindadas tanto la segunda mujer de mi tío Miguel como quien ahora es la mía. En esa casa pasó y escribió muchas horas Miguel Hernández, como en la de María Zambrano, en la Plaza del Conde de Barajas, al final de Rodríguez San Pedro. Sospecho que apenas queda nada de la atmósfera respirada en el barrio por aquel entonces, pero algo de ese aura pasada puede ser recapturado gracias a la lectura de Miguel Hernández. Pasiones, cárcel y muerte de un poeta, de José Luis Ferris, lanzado por la Fundación José Manuel Lara coincidiendo con el LXXV aniversario de la desaparición del autor de El rayo que no cesa. (more…)
La poesía como medio de recuperación de la identidad criolla
Juan Pablo Vitali, escritor y poeta argentino habla sobre los valores de la poesía en la identidad de los pueblos.
Fuente: Canal TLV1
Cirlot, la vida otra. Entrevista a Antonio Rivero, poeta y traductor
por Esther Peñas – Cirlot como una bestia alucinada por la llama del otro que nos habita. Cirlot como una espada medieval, y un caballero irremediable en tiempos incrédulos, como un símbolo de sí mismo que se concede, como un poema que aúlla el sendero de lo anónimo y lo transita. Juan Eduardo Cirlot (Barcelona, 1916-1973). En el año de su centenario, otra publicación lo celebra, lo vindica, nos lo acerca. ‘Cirlot. Ser o no ser de un poeta único’ (Fundación José Manuel Lara), escrita por el poeta y traductor Antonio Rivero (Melilla, 1963), ha obtenido el Premio Antonio Domínguez Ortiz de Biografías 2016.
¿Qué es y qué no es Juan Eduardo Cirlot?
Es, fundamentalmente, uno de los grandes poetas españoles del siglo XX, aunque no sea de los más conocidos, con una obra riquísima. No es un montón de cosas a su pesar, le hubiera gustado ser legionario de Roma, vivir en diferentes épocas y civilizaciones… y de esta negación constante, de este nihilismo surge el conflicto que es el germen de su poesía.
¿Qué le ha cautiva de la personalidad de Cirlot hasta el punto e arrastrarle a pespuntar esta exhausta biografía?
Fue un heterodoxo en todo, en literatura, en música, en arte… alguien que iba a la contra, este carácter complejo y poliédrico fue lo que me atrajo desde el principio, algo que se iba acrecentando conforme descubría la multitud de matices del personaje, alguien a quien no es fácil clasificar y, precisamente por eso, constituye un reto para el biógrafo y estudioso, porque Cirlot es alguien que siempre se te escapa aunque lo asedies, desde cualquier ángulo, siempre mantiene una faceta enigmática. (more…)
Cuando el cuerpo desfallece
por Marcos Aguilar
I
Cuando el cuerpo desfallece en triste mazmorra, laberinto insospechado de tristeza, hecho feto y barro, sangrado, ultrajado; cubierto con telas ausentes, friolentas, tragando el agua que se escapa de conocida sangre con sabor a prolongado y frío sudor: se siente la tristeza.
II
Cuando el cuerpo desfallece y recuerda que no es el pico de un ave el que canta, sino el ala al sentirse liberada, el espíritu se agiganta y hay alegría. Sacarán miles de veces dos ojos de un cuerpo, golpearán mil veces un rostro, se harán miles de injurias en un fragmento de tiempo: todo ello, al cuerpo, ¿al espíritu cuándo?
III
Cuando el cuerpo recuerda, que no sólo él da vida, muere, quizá, pero con alegría, al pensar, que del ave, no es el pico el que canta, sino el ala al sentirse liberada.
Versos y medusas
por Joaquín Albaicín – Iba en el tren leyendo un crujiente periódico cargado por sus redactores con noticias a cual más sombría. Las medusas gigantes, advertía un oceanógrafo japonés, están a punto de hacerse amas y señoras de los mares antes de, acto seguido, invadirnos. Cuatro estudiantes acababan de atentar con mahonesa contra el Primer Ministro belga. Y en el restaurante de la Cámara de los Comunes británica -¡el colmo!- habían sido detectadas goteras. Mientras procuraba digerir tantas desgracias juntas, me parecía sentirme como rodeado por invisibles enemigos y cada vez más cautivo de la sensación de que ya no se puede uno fiar de nadie. El mundo, tal y como lo conocíamos, se estaba viniendo abajo. Pero me salvó de precipitarme al abismo de la depresión el llevar en la bolsa de viaje el nuevo libro de un amigo (que para eso están los amigos: para echar un capote cuando las cosas vienen mal dadas).
Cossío, Alberti, Sánchez Mejías…
por Joaquín Albaicín – Fue en 1940 cuando mi abuelo, por mediación de Zuloaga, que acababa de retratarlo al óleo y vestido de luces, conoció a José María de Cossío en la tertulia taurina y literaria congregada en torno a él en el Lyon D´Or, donde ahora hay un Nebraska (enfrente, en el emplazamiento del mítico Fornos, abre hoy sus puertas un Starbuck´s). Ni mucho menos imaginaba Rafael Albaicín, rápidamente incorporado como contertulio fijo a aquel cenáculo frecuentado por Camba, Cañabate, Belmonte, Sebastián Miranda, Neville, Pepe Luis, Conchita Montes, Domingo Ortega… que Cossío iba a sacar de pila a la hija que todavía le faltaban dos años para tener, ni que ésta se convertiría en una renombrada bailaora.
Me he acercado a la Correspondencia a José María de Cossío de Rafael Alberti, publicada por Pre-Textos, movido sobre todo por aquella amistad de mi abuelo con el autor de la magna enciclopedia Los toros, alma también de poderosa influencia sobre la poesía y entre los rapsodas de aquel tiempo. (more…)
Los Machado en su glorieta
por Aquilino Duque – Antonio Machado no tuvo que ir muy lejos para encontrar a su complementario, ése, como él decía, “que marcha siempre contigo/ y suele ser tu contrario”. No es posible que fueran más distintos ni estuvieran más unidos estos dos hermanos nacidos con un año de diferencia. El menor no tenía que mirarse en un espejo para ver al otro que iba con él, que no era otro que su hermano mayor. Aún en Sevilla recogieron la misma tradición familiar, la que, a través de Demófilo y don Agustín Durán, los enlazaba con Augusto Ferrán y Gustavo Adolfo Bécquer y, ya en Madrid, se beneficiarían por igual del magisterio y el ejemplo de Giner y de Cossío. Con escasos meses de diferencia marchan a París, al París de Moréas, de Paul Fort, de Nervo, de Darío…y de Gómez Carrillo, el gran trujimán que les hace conocer entre otros monstruos sagrados a lo que queda de Oscar Wilde. Las mismas amistades, las mismas devociones, los mismos gustos, las mismas lecturas, pero qué diferencia de temperamentos. (more…)
Palestina
Palestina
Marcos Aguilar
A mi Silencio de siempre.
“[… ] al menos 30 palestinos murieron y
más de 100 resultaron heridos en la ciudad vieja
de Jerusalén desde que la sublevación palestina
(la intifada) estalló hace casi tres años,
informan fuentes del hospital Mokassed…”
UPI DPA EFE AP PL
A mi Silencio de siempre.
Caminar sobre los días rojizos, calientes, con un viento lleno de cenizas y pedazos de piel, bailoteando, temblorosos, entre plomos y puñales.
Girar en las esquinas con las manos ahogando los bolsillos, descubriendo las calles mutiladas, con concretos entintados de un color rojo de sangre, de amor, de patria; de impotencia y rabia, que esperan, amortajadas por vuelos de palomas que nunca más sabrán volver, a que alguien las recoja.
El tiempo de los sargentos y de los poetas. Gabriele D’Annunzio y los orígenes del fascismo
por Adriano Erriguel – Hoy es difícil admitirlo, pero en sus inicios el fascismo italiano no hacía presagiar el rumbo funesto que terminaría tomando para la historia de Europa.
Surgido del caos como una oleada de juventud, el fascismo pertenecía a una época revolucionaria en la que, ante los viejos problemas, se vislumbraban nuevas soluciones. En su momento fundacional el fascismo italiano se presentaba como una actitud más que como una ideología, como una estética más que como una doctrina, como una ética más que como un dogma. Y fue el poeta, soldado y condottiero Gabriele D´Annunzio quien esbozó, de la manera más rotunda, ese fascismo posible que nunca pudo ser, y que terminó dando paso a un fascismo real que malogró sus promesas iniciales para embridarse, de la forma más obtusa, hacia el abismo.
Poeta laureado y héroe de guerra, exhibicionista y demagogo, megalómano e histrión, nacionalista y cosmopolita, místico y amoral, asceta y hedonista, drogadicto y erotómano, revolucionario y reaccionario, talento del eclecticismo, del reciclaje y del pastiche, genio precursor de la puesta en escena y de las relaciones públicas: D´Annunzio fue un postmoderno avant la lettre cuyas obsesiones se nos antojan asombrosamente contemporáneas. El incendio que contribuyó a provocar tardaría en extinguirse, pero después nada volvería a ser lo mismo. ¿Por qué rememorar, hoy en día, a este maldito?
Tal vez porque en una atmósfera monocorde de corrección política, de transgresiones amaestradas y de pensamiento desnatado figuras como la suya funcionan como contramodelo, y nos recuerdan que, después de todo, la imaginación, sí, puede llegar al poder.
Años incendiarios
Hubo una época de vitalidad incontenible que, sobrecargada de tensiones e ideas de alto voltaje, precisó de una guerra mundial para ventilar sus contradicciones. Los pocos años que median entre 1900 y 1914 conocieron un extraordinario incendio en el arte y en la literatura, en el pensamiento y en la ideología, que pronto se propagó a todo el mundo. Uno de los epicentros de ese incendio fue Italia – más en concreto el eje entre Florencia y Milán –, lugar donde prendió “el sueño de un futuro radiante que surgiría tras haber purificado el pasado y el presente por el hierro y por el fuego”.(1)
Los artículos de Juan Eduardo Cirlot en “La Vanguardia”
Juan Eduardo Cirlot, autor de culto.
Polifacético creador | Poeta surrealista, compositor, crítico de arte, teórico del simbolismo, entusiasta de la Edad Media, atraído por el mundo del misterio y los sueños | Publicó en nuestras páginas más de cien artículos entre 1961 y 1971.
Músico dodecafónico, teórico del simbolismo y del surrealismo, como crítico de arte fue un observador perspicaz de todos los experimentos y vanguardias que surgieron en el arte del siglo XX. Exploró todos los ismos habidos y por haber –su Diccionario de los ismos es la prueba -. Pionero de la reincorporación de España a las corrientes estéticas de Europa y Occidente, fue uno de los eruditos que más hicieron para ensanchar el horizonte cultural tras una época de guerra, penuria y aislamiento.
Cirlot había nacido en Barcelona el 9 de abril de 1916. Estudió en el colegio de los PP. Jesuitas. Aprendió música con el maestro Ardévol, pero la Guerra Civil interrumpió sus estudios. Aunque según el testimonio posterior de una de sus hijas: “la salida de casa propiciada por la guerra, fue para él una especie de liberación; una liberación de su casa y del triste trabajo en el Banco Hispanoamericano”. Tras combatir en el bando republicano tuvo que realizar un largo servicio militar con los nacionales en Zaragoza.
De pie sobre las ruinas
Por José Vicente Pascual – “No se puede remplazar un orden cuestionado, con los mismos elementos que provienen de su destrucción. La degradación, la falta de identidad, la incultura, no podrán reemplazar el esclavismo organizado del poder dominante, por otra cosa que el esclavismo desorganizado de la anarquía“. Juan Pablo Vitali (Buenos Aires, 1961), acostumbra a decir las cosas tal como las piensa, y pensarlas con mucho detenimiento y audacia. Quienes conocemos sus artículos de prensa, publicados en España, por lo general, en el periódico digital El Manifiesto, sabemos de su actitud comprometida en la defensa de los valores civilizadores de occidente, y su convicción de que América es (debería ser), la culminación de ese proceso histórico: una síntesis (en el sentido hegeliano), de las culturas greco-latina, anglonormanda y criolla lanzadas a un devenir sin ataduras y en busca de su destino inalienable . El nuevo orden, el nuevo sujeto revolucionario, la nueva humanidad, laten en la proyección histórica de América latina y española. Un poco lorquianamente, “aguardan su turno tras la lucha de raíces y el alba sin contorno”.
Hay también ecos del más beligerante Juan Eduardo Cirlot en De pie sobre las ruinas. Al igual que el poeta catalán, Vitali se rebela ante el olvido de los dioses y los héroes, del espíritu y lo sagrado, la Historia en suma, por causa de la debilidad moral del mundo globalizado y la endeblez ideológica de unos principios “democráticos” sin sustancia épica, los mismos que establecen la tiranía de la mediocridad, la fealdad de lo grosero y la resignación de los esclavos felices ante el sistema atroz del consumo y la muerte. “Los dioses yacen mudos como esclavos / lamiendo el oro rosa y el estiércol“, lamenta Cirlot al tiempo que alza su voz como un desafío ante el sepulcro de los héroes y la vacuidad de un mundo satisfecho en su propia aniquilación. Es la misma voz (eso me ha parecido), de Juan Pablo Vitali, tantos años y tanto océano por medio entre un autor y otro, retomando con osadía y una elegancia exquisita esas ideas que, en sí mismas, son una tarea descomunal y apasionante: volver donde los héroes, descubrir a los dioses, viajar y conquistar el territorio donde mana el espíritu de la tierra, lo humano y lo sobrehumano. Y decir: yo lo he intentado.
No saben ustedes lo que estoy disfrutando con esta lectura.
Fuente: Lejos de Ítaca
Desengaño y pesimismo en España
por Antonio Moreno Ruiz – Analizando figuras como Luis Rosales o Rafael Sánchez Mazas, se pregunta uno por qué, perteneciendo al –en teoría- bando vencedor, les queda esa sensación de desengaño que tan bien sale plasmada en la película “Soldados de Salamina”. Tres cuartos de lo mismo ocurre si leemos la gran recopilación que dirigieron Pablo Larraz Andía y Víctor Sierra-Sesúmaga, Requetés, de las trincheras al olvido. Dicen no pocos carlistas que se ganó la guerra pero se perdió la paz. Probablemente, a los más jóvenes les costará encontrar un sentido a esto.
El poeta falangista Ángel María Pascual escribía:
“A ti, fiel camarada, que padeces
el cerco del olvido atormentado;
a ti que gimes sin oír al lado
aquella voz segura de otras veces:
te envío mi dolor. Si desfalleces
del acoso de todos, y cansado
ves tu afán como un verso malogrado:
bebamos juntos en las mismas heces.
En tu propio solar, quedaste fuera,
del orbe de tus sueños hacen criba.
Pero, allí donde estés, cree y espera.
El cielo es limpio y en sus bordes liba
claros vinos del alba, primavera.
Pon arriba tus ojos, siempre arriba.”
Reiteramos: ¿Después de ganar una guerra se escribe esto?
Ser disidente y la lucha cultural. José Luis Ontiveros entrevista a Juan Pablo Vitali
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por José Luis Ontiveros – Buenos Aires. En los diversos registros sobre la literatura argentina, y de la Región Austral, se hace notar -en entrevista para “Vértigo- la voz rebelde y precisa del escritor argentino Juan Pablo Vitali, quien siendo un “outsider ” se atreve a trazar un decaimiento de su empuje creativo, remarcando la influencia europeísta, en un proyecto de peculiar criollismo opuesto a la raíz cosmopolita de Sarmiento y afirmando una visión original e inimitable de Argentina. Estima, así, que sólo por la asistencia espiritual de pueblos iberoamericanos Argentina entenderá a Borges y a Perón.
Esta es una visión polémica, discrepante y muy propia de los que sustentamos el derecho a la diferencia. Vitali denuncia el establecimiento del mandarinato decentístico, sus oprobios y lo tornadizo de su código de honor literario refieriéndose al oprobio que se cernió sobre la figura del escritor fascista Drieu La Rochelle. Militante de larga trayectoria en el justicialismo, crítico agudo. Autor del poemario Ser disidente publicado en España traducido en varias lenguas. Tiene en preparación otros dos libros. Un cruce de corrientes contra lo que se acostumbra.
José Luis Ontiveros – ¿Cuál ha sido su trayectoria literaria y sus símbolos de identidad?
Juan Pablo Vitali – No tengo en rigor lo que se llama una trayectoria literaria. La literatura como todo tiene sus circuitos y yo estoy fuera de todos ellos. Escribo –como decía Nietzsche- para todos y para nadie. La red con sus desventajas me ha posibilitado cierta difusión sobre todo en España, donde me han publicado un libro y espero salga otro.
Respecto a los símbolos de identidad, creo que son ellos los que escriben por mí: aquellos hombres y mujeres de mi niñez y su mágico mundo. Algunos criollos viejos (como mi bisabuela) pero sobre todo la inmigración europea que construyó este país del Sur por completo, de la nada, le pese a quien le pese. Gente con sus historias increíbles y su fuerte presencia nostálgica. Gente de los rincones más olvidados y sufridos de la vieja Europa: campesinos, intelectuales, héroes de guerra, perseguidos políticos, hambreados por las guerras y por el sistema económico. Argentina fue el centro, un corazón donde latían todos los exilios, donde se podía encontrar un templo griego o una obra arquitectónica futurista.. Todo eso está en claro proceso de extinción y sólo espero a veces poder escribirlo, como un tango.
Volverán los trovadores. Poesía de amor de belleza eterna, cuando la literatura busca modelos

Martín de Riquer. Los trovadores. Historia literaria y textos. Prólogo de Pere Gimferrer: ´Todos somos trovadores´. Ariel Letras, Barcelona, 2012. 1760 pp. 70,00 € (Tapa dura con sobrecubierta). 44,00 € (Rústica con solapas)
por Pascual Tamburri – Trovadores y juglares, como bardos y monjes del mester de clerecía antes y poetas del dolce stil nuovo después, son raíz común de Europa. Martín de Riquer fue el catalán que los retrató.
En septiembre de 2013 España ha perdido a uno de los grandes maestros de su literatura. No porque el profesor Martín de Riquer fuese reconocido como uno de nuestros grandes creadores –que bien podría haberlo sido, si pensamos en la calidad de su prosa- sino porque sin él ni conoceríamos ni entenderíamos la literatura europea como la entendemos hoy. La investigación, las ediciones y la búsqueda de nuevos textos, autores e ideas han hecho que desde la Alta Edad Media al Barroco Martín de Riquer haya dado la vuelta a nuestra percepción de la literatura y de su impacto social. Nunca se vio a sí mismo como un romántico o un idealista, y se esforzó por parecer y ser un investigador realista y sincero; quizá por eso la luz que ha dejado sobre la épica y la lírica medievales o sobre el mismo Quijote tiene aún más importancia. Es fácil incurrir en un vicio viejo de siglos y tratar de explicar el pasado desde los prejuicios del presente; es mucho más difícil y meritorio hacer llegar al presente un conocimiento objetivo en lo posible y hasta descarnado del pasado.
Blanca Haddad: Dominando a la Bestia
Vendrá la muerte
y tendrá un uniforme anti-disturbios
te extirpará el aliento
y pondrá en su lugar
ovillos de poliéster,
rebajas,
descuentos del setenta por ciento,
ketamina
y cremas con olor a falsa lavanda.
Marcharás asustado,
ansioso,
por los bulevares donde solías pasear,
donde solías comprar flores
y pan de verdad.
Lloviznarán pelotas de goma
sobre la mesa
donde comen tus nietos,
cereal transgénico,
cenarán balas de goma. (more…)
Muere Álvaro Mutis
En la tarde del domingo 22 de septiembre de 2013 ha muerto en la Ciudad de México, donde residía, el poeta y novelista colombiano.
Una calle de Córdoba
Para Leticia y Luis Feduchi
En una calle de Córdoba, una calle como tantas, con sus
tiendas de postales y artículos para turistas,
una heladería y dos bares con mesas en la acera y en el
interior chillones carteles de toros,
una calle con sus hondos zaguanes que desembocan en
floridos jardines con sus fuentes de azulejos
y sus jaulas de pájaros que callan abrumados por el bo-
chorno de la siesta,
uno que otro portón con su escudo de piedra y los bo-
rrosos signos de una abolida grandeza;
en una calle de Córdoba cuyo nombre no recuerdo o
quizá nunca supe,
a lentos sorbos tomo una copa de jerez en la precaria
sombra de la vereda.
Aquí y no en otra parte, mientras Carmen escoge en una
tienda vecina las hermosas chilabas que regresan
después de cinco siglos para perpetuar la fresca delicia de
la medina en los tiempos de Al-Andalus,
en esta calle de Córdoba, tan parecida a tantas de Car-
tagena de Indias, de Antigua, de Santo Domingo o de la de-
rruida Santa María del Darién,
aquí y no en otro lugar me esperaba la imposible, la ebria
certeza de estar en España. (more…)
Revista digital “Elementos” nº 55: Ezra Pound. Locura contra la usura
Ezra Pound. Reseña biográfica, por Denes Martos
Ezra Pound, un poeta del siglo XX, por Richard Avedon
Ezra Pound: los cantos y la usura, por José Luis Ontiveros
Ezra Pound. La voz de Europa, por Joaquín Bochaca
Ezra Pound: santo laico, poeta loco, por Manuel Vicent
La radicalidad poética de Ezra Pound, por Mariano Antolin Rato
Ezra Pound, en sus ideas difíciles, por Manuel Domingo y José Manuel Infiesta
Espacio y Tiempo en Pound, por Vintila Horia
Goces subterráneos: Ezra Pound y la poiesis ambigua de la imagen, por Kathryn Stergiopoulos
Ezra Pound y la crítica, por José Luis Ontiveros
Ezra Pound: Vanguardia y Fascismo, por Nicolás González Varela
Ezra Pound, filósofo de taberna, por Samuel Putnam
Ezra Pound y el Bel Esprit, por Ernest Hemingway
Ezra Pound y Neruda, por José Miguel Ibáñez Langlois
Pound: la música de las palabras, por Héctor Alvarez Castillo
Sobre un poema de Ezra Pound, por Mariano Pérez Carrasco
Apuntes sobre Pound y el fascismo, por Claudio Quarantotto
Ezra Pound, la última entrevista, por Grazia Livi
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Fuente: Elementos. Revista de Metapolítica para una Civilización Europea
Fallece, a los 99 años, el medievalista Martín de Riquer
por Sergi Doria – El gran recuperador de los trovadores, era el miembro más antiguo de la Real Academia Española, donde ocupaba el sillón H desde 1964
Martín de Riquer i Morera era un gigante de la cultura que no se podía limitar a un calificativo: doctor, maestro de filólogos, erudito medievalista… Nos quedaremos con humanista, en honor al primer libro que dio a imprenta en 1934 y que consagró, precisamente, al humanismo catalán.
Nieto del artista y escritor modernista Alexandre de Riquer y sobrino del poeta Magí Morera i Galícia, Martín de Riquer no necesita exacerbar la fantasía para componer una novela-río. Los archivos familiares -442 pergaminos de los siglos XII al XVII y 77 cajas de documentación en papel- constituyeron una mina inagotable que le permitió transitar por los avatares de su apellido en un libro único: «Quince generaciones de una familia catalana». «Tenía una visión vaga de mis antepasados, pero a medida que los estudiaba me fui encontrando con personalidades curiosas, no notables. Practicaban banderías, guerras en Lérida, iban al frente: se producían asesinatos, raptos de niñas, cosas por el estilo. Me topaba con Baltasar de Riquer, que versificaba en latín, o Borja de Riquer, aficionado a la guitarra que se arruinó encargando a Boccherini conciertos suntuosísimos… O mi bisabuelo, guerrillero carlista…»
El acervo de la ironía
Estudioso sosegado, eludía la grandilocuencia en favor de la claridad; prefería el acervo de la ironía al comentario acerbo; cavilaba y sonreía mientras reponía el tabaco su pipa. Protagonista del convulso siglo XX español, Martín de Riquer perteneció a la generación escindida por la guerra civil; los catalanes que fundaron en Burgos la revista «Destino»: Pla, Agustí, Masoliver, Teixidor, Vergés, Fontana…
El arte de la poesia
por Ezra Pound – Constantemente repito que se necesitaron dos siglos de Provenza y uno de Toscana para desarrollar los instrumentos que utilizó Dante en su obra maestra, y que fueron necesarios los latinistas del Renacimiento y la Pléyade, además del lenguaje colorido de su propia época, para preparar los instrumentos de Shakespeare. Es de enorme importancia que se escriba gran poesía, pero no importa en absoluto quién la escriba.
Si algo se expresó de una manera definitiva en la Atlántida o en la Arcadia, en el año 450 a. c., o en el 1290 de nuestra era, no nos toca a los modernos decirlo de nuevo ni empañar la memoria de los muertos diciendo lo mismo pero con menos habilidad y convicción.
En cada época uno o dos genios descubren algo y lo expresan. Puede estar solo en una o dos líneas, o en alguna cualidad de una cadencia, y después veinte o doscientos o dos mil o más seguidores repiten y diluyen y modifican.La gran literatura es sencillamente idioma cargado de significado hasta el máximo de sus posibilidades. Tal como en medicina existen el arte de diagnosticar y el arte de curar, también en las artes, y en las artes particulares de la poesía … existe el arte de diagnosticar y el de curar. Uno persigue el culto de la fealdad y el otro el culto de la belleza. La mayoría de los llamados poetas mayores han regalado su propio don, pero el término de “mayor” es más bien un regalo que les hace Cronos a ellos. Quiero decir que han nacido justamente a su hora y que les fue dado amontonar y arreglar y armonizar los resultados de los trabajos de muchos hombres.
Fundada la Asociación Eurasiática de Artistas
por Jonas Zimmer – Alexander Dugin bien puede ser contado entre los pensadores políticos más importantes de nuestro tiempo. El filósofo y geostratega ruso ha creado el Movimiento Eurasiático, un gran contrapunto al orden mundial unipolar dominado por Estados Unidos, que atrae a cada vez más intelectuales fuera de Rusia, entre ellos el francés Alain de Benoist o el italiano Claudio Mutti. La Global Revolutionary Alliance (GRA), puede entenderse como un movimiento juvenil afiliado, así como el grupo estadounidense Open Revolt. En Alemania, la voz más importante de las ideas eurasiáticas es la revista ZUERST!, donde pueden encontrarse artículos sobre el tema una y otra vez. Una base organizativa, hasta ahora había fracasado. Pero recientemente, se ha fundado un pequeño grupo eurasiatista en Berlín bajo la denominación un tanto pomposa de “Instituto Eurasiático de Estudios Geoestratégicos”. A pesar de ser aún una organización minúscula, han obtenido el consentimiento de Dugin para realizar sus actividades bajo ese nombre, según su gerente Bernd Volkhardt. Parece prometedor.
Bastante interesante es asimismo un proyecto de ámbito supra-nacional, la “Asociación Euroasiática de Artistas”, que ha comenzado un miembro del grupo berlinés, Rudolf S. (el músico y cantautor de folk “Sonnenkind”) junto a Sol Mutti , el hijo del profesor italiano Claudio Mutti y cabeza del grupo TSIDMZ (iniciales de “Thule Sehnsucht in der Maschinenzeit”, o “Nostalgia de Thule en la Era de las Máquinas”). “Sonnenkind” es originalmente una versión moderadamente nacionalista de Reinhard Mey (famoso cantautor alemán, N.d.T.), mientras que “TSIDMZ” consiste en música electrónica industrial-marcial con sonidos bombásticos y apocalípticos. Éstos dos músicos tan dispares lograron reunir en poco tiempo un importante número de artistas que simpatizan con las ideas de Dugin. Entre ellos se encuentran, entre otros, la artista y filósofa rusa Irene Caesar, el poeta serbio Boris Nad o el autor Sergio Fritz Roa, escritor chileno de influencia esotérica.
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