El Magisterio de la República
por José Luis Muñoz Azpiri (h) – Buenos Aires. Argentina – para “Página Transversal”.
Raúl Scalabrini Ortiz (1898 – 1959)
Una vida dedicada a los más puros ideales de arte y patria se extinguió hace medio siglo con la persona de Raúl Scalabrini Ortiz. Su nombre, desde ese momento, se integró indeleble a la historia de nuestras letras y nuestro pensamiento político.
Redactor editorialista de los diarios “La Nación”, “El Mundo” y “Noticias Gráficas”; crítico teatral de la revista “El Hogar”; fundador del diario “Reconquista”, editado en los inquietos días del año 1939, autor de “El hombre que está solo y espera”, la más lograda radiografía del porteño, “Política británica en el Río de la Plata”, “Historia de los ferrocarriles argentinos” y “Los ferrocarriles deben ser argentinos”, el ilustre escritor desaparecido puso en su obra de periodista, escritor económico y sociólogo, el sello de una vocación sin mácula y la impronta de un acendrado espíritu patriótico y de artista.
Las tierras al sur del Salado (*)
por José Luis Muñoz Azpiri (h)** – En los primeros meses del año 1833 comenzaron a moverse las columnas militares que, mediante un plan anticipadamente elaborado, ejecutarían un gigantesco operativo envolvente cuyos brazos se cerrarían sobre el Río Negro. Los libros de historia le asignan, en general, el nombre de Campaña del Desierto, anteponiéndole en algunas ocasiones el ordinal Primera, para distinguirla de la realizada por Roca cuarenta y seis años más tarde. Nosotros preferimos denominarla Campaña de Rosas al Sur, o bien Expedición de Rosas a los ríos Colorado y Negro; y es respecto a la misma a lo que vamos a referirnos.
En 1890, la oficina de empadronamiento de los Estados Unidos de Norteamérica declaró de modo formal que el proceso histórico de la frontera había llegado a su fin. Dijo, en efecto, textualmente, que “la zona indefinida ha sido tan invadida por colonias aisladas, que difícilmente pueda afirmarse que existe una frontera”.
Entrevista a José Antonio Crespo-Francés: “Blas de Lezo es un ejemplo para las nuevas generaciones en este tiempo nuevo”
Entrevistamos en estas líneas al autor José Antonio Crespo-Francés y Valero, sobre el libro recién aparecido titulado Blas de Lezo y la Heroica defensa de Cartagena de Indias, editado de forma exquisita por Editorial Actas.
El Espía Digital (a partir de ahora EED): Don José Antonio, aunque ya nos ha hablado sobre este personaje en más de una ocasión y para cualquier lector que aun no le conozca nos podría decir brevemente quién fue Blas de Lezo.
José Antonio Crespo-Francés (a partir de ahora JACF): Dentro de los frentes de trabajo que tengo abiertos por la recuperación de la memoria de españoles olvidados he dedicado un especial esfuerzo en el personaje de Blas de Lezo en más de media docena de artículos, intervenciones en radio, y colaboraciones audiovisuales con la finalidad tanto de recuperar su memoria como de colaborar y llamar la atención para favorecer la erección en la capital del reino de un merecido monumento a este héroe olvidado.
Hogar Nazaret
por Paula Gordon Gimeno – Hoy quiero contarles una historia en tercera persona, ¿o debería decir en primera? Es la historia del comandante castrense D. Ignacio Doñoro. Bueno, tengo que confesar que me ha pedido que no le haga protagonista de nada, que lo importante es que el “Hogar Nazaret” siga abierto. Siento decirle padre, que no puedo obedecerle, porque antes de explicar qué es el “Hogar Nazaret” debo contar quién es su fundador: usted.
Le conocí hace unos años, cuando él era capellán de la Academia Especial de la Guardia Civil de Aranjuez. ¿Se acuerdan de la imagen de Benedicto XVI con un tricornio? Pues fue él quien tuvo la audacia de entregárselo y el Santo Padre la de colocárselo con todo cariño, claro. Aquellas fotos tomadas en la plaza de San Pedro un 6 de diciembre de 2005 dieron la vuelta al mundo. El padre Doñoro quiere mucho a la Guardia Civil y lo hizo público aquel día. Durante sus años como capellán castrense en el Acuartelamiento de la Guardia Civil de Inchaurrondo, en San Sebastián, le tocó ver muchos atentados terroristas, consolar a muchas familias, a muchos compañeros que no entendían aquel sufrimiento inhumano y sin sentido.
Conversaciones con Alberto Methol Ferré, el filósofo preferido del Papa. Publicado en Argentina un breve texto para comprender al pensador latinoamericano
por Jaime Septién – El politólogo e internacionalista argentino Marcelo Gullo, ha escrito un texto breve, pero muy significativo para conocer –desde dentro—el pensamiento de uno de los artífices de las asambleas generales del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) de Puebla (México, 1979, con la presencia de Juan Pablo II) y Aparecida (Brasil, 2007, con la presencia de Benedicto XVI): Alberto Methol Ferré.
Methol, un “argentino oriental”, como él mismo se definía, es decir, un uruguayo reconocido como el “Sócrates de la cuenca del Plata”, fue uno de los que más habría influido en el pensamiento socio-político del Papa Francisco o del actual secretario de la Pontificia Comisión para América Latina, Guzmán Carriquiry.
Fruto de dos de las muchas conversaciones que Methol sostuvo con Gullo es este texto en el que, desde luego, se tocan puntos de la vida política de Argentina, en especial del peronismo, y de Uruguay. Pero siempre con el telón de fondo de la fusión latinoamericana, del hecho de que la verdadera patria de un pensador de esta naturaleza –un pensador cristiano—es la patria grande, la patria continental: América Latina.
Martín Fierro en política y el siglo XXI
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por José Luis Ontiveros -El joven intelectual argentino Juan Manuel Garayalde afirma una serie interesante de puntos de vista acerca del mítico Martín Fierro en una entrevista para Vértigo, más desde un punto de vista metapolítico y de antropología cultural sobre la obra escrita por José Hernández en 1872, que cobra actualidad en el debate sobre las raíces identitarias argentinas y el siglo XXI.
Garayalde, experto en el estudio de las religiones y quien terminó adhiriendo la tradición católica ortodoxa, estudioso del inconsciente colectivo, de la mitología popular y de la simbología sagrada, asegura que la obra aborda la identidad profunda opuesta a la abstracción iluminista, así como la raíz barbárica de las pampas y del modo original de comprender el mundo.
Al mismo tiempo, cuestiona el pretendido ser modélico y político de un Occidente decadente y absorbente en sus antivalores: Martín Fierro es el primer anarca de Iberoamérica.
José Luis Ontiveros – ¿Sigue siendo vigente el Martín Fierro como el cantar de gesta argentino?
Juan Manuel Garayalde – Sí. El Martin Fierro es la obra cumbre de la argentinidad. Representa un rechazo a la modernidad. El periodo histórico tratado en la obra se puede localizar cuando el liberalismo político se consolidó en Argentina. Un símbolo de ese “progreso” es el alambrado, que viene acompañado de la “propiedad privada”, con la consecuencia de que enormes extensiones de campos quedan en pocas manos y cerradas al paso del gaucho nómada. Su techo es el cielo, su piso es la inmensidad de la Pampa. Viaja de pueblo a pueblo, de estancia a estancia, deteniéndose en las pulperías de campo (el viejo almacén de ramos generales y boliche para el gauchaje). Trabaja en diferentes estancias, según si hay algo para cosechar o ganado al cual criar o cuerear. Al poner los alambrados ya no se puede andar libremente, el gaucho errante pasa a ser un outsider, un paria de la “civilización”. La policía los perseguía por “vagabundear” y luego los enviaban a los fortines militares, enclenques construcciones donde escaseaban la comida, el agua y el trato humano, para defender a la “civilización” de los malones indígenas.
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